jueves, 9 de febrero de 2012

En las riberas del alma




En las riberas del alma

queda un mar de palabras enamoradas
naufragando en la galaxia de besos
abandonados
a su suerte.

El amor y el dolor de una vida que se trunca,
cercenando las entrañas de la propia vida,
avanzan en las mareas de la fragua salina
donde el escozor de una lágrima nos acerca
al origen del mar.

La noche queda postrada
ante la locura del héroe que sabe morir de amor,
mientras la jauría humana lo empuja a ir contracorriente,
y en las simas de un tormento hecho raíces
hace sabio el pensamiento.

Queda el mar en la magia de un principio
que nunca se perderá en el ocaso,
aunque los ojos se vuelvan vidriosos
y parezcan perforadas las aletas de bucear abismos.

Avanzando en constancia segura
y dejando huellas de amor
va el heredero de un mundo resistente al ostracismo
existiendo sobre el vasallaje de los lacayos del miedo
que vanamente se obstinan
en cambiar las escamas de los peces de colores.

Y en la oscuridad de un mar hecho de cielo,
recibe el gesto germinado
la Eva enamorada que va pariendo los tiempos
en las riberas del alma.


Poema XXIX, "Pañuelos de La Alhambra"


©Copyright Mara Romero Torres